Cuando miro
a esos capullos con piel de terciopelo
surges con tu vuelo majestuoso y delicado
como un ave que alimenta a su cria
Y guardián de inocentes
se me eriza la piel
al saberme tu dueño
te necesito
cuando estoy como un vidrio a punto de romperse
y te anhelo para permitirme
dormirme
en acolchado de pluma
te resguardas bajo el caparazón
que cubre mi debilidad
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